Más vale tarde que nunca, o eso
dicen, ¿no?
Hoy vengo para contaros el primer
sarao en el que me metí sin comerlo ni beberlo: El curso de Localización de
Videojuegos que impartió Pablo Muñoz en el aula de Interpunct en Valencia. Y
decir que fue una experiencia que marcó un antes y un después en mi manera de “ver
y vivir” mi carrera, se queda corto.
Todavía recuerdo esos momentos
que todo estudiante tiene, más pronto o más tarde, sobre si está a gusto con lo
que ha decidido estudiar. Y yo no soy una excepción. Más bien tendría que
decir, que no ha sido hasta este año que me he dado cuenta que me gusta, (más
bien me encanta), lo que estoy estudiando. Los primeros años de carrera, al
menos donde yo la estudio, son más bien una “base” sobre la que, más tarde,
vamos a empezar a traducir y no ha sido hasta este año, tercero, cuando nos
hemos tirado a la piscina con lo de traducir, cursando hasta cinco
especialidades (Audiovisual, Literaria, Científico-técnica, Jurídico-económica
e Interpretación). Está claro que todos tenemos gustos (¡y para gustos los
colores, señores!), pero en mi caso, las dos que siempre me han llamado la
atención son la especialidad Audiovisual y la especialidad Científico-técnica.
Y fue cursarlas este año, junto a las charlas que se impartieron en la UJI en
la Semana de la Traducción Audiovisual, lo que mi mentalidad diese un giro de 180 grados.
Siempre dicen que hay pequeños
momentos clave en la vida que te marcan, en mi caso ha habido dos: Una charla
de Xosé Castro y la charla de Pablo Muñoz. De ahí que me decidiese a asistir al curso de Localización de Pablo.
Bueno, basta de sentimentalismos
(aunque estoy segura de que habrá más) y vamos al grano.
Primera "diapo" del PowerPoint. ¡No me diréis que empezando así, no promete! |
Para mí las ocho horas que duró
el curso se me hicieron cortas. Sí, sí, como lo estáis leyendo, cortas. Al principio pensaba
“buf, ocho horas de curso, va a ser mortal, no sé cómo vamos a aguantarlas”,
pero esas ocho horas pasaron volando y cuando me quise dar cuenta, ya nos estábamos
despidiendo frente a la estación del Norte de Valencia. El tiempo pasó tan rápido,
porque estábamos disfrutando de lo que estábamos haciendo. Fue impresionante la
sensación de dar el don de la palabra a un personaje y poder ver el resultado
en la pantalla, intentar romperse la cabeza para conseguir crear una rima a
partir de una traducción, crear personalidades con toques humorísticos y
muchísimo más.
Conocí a gente impresionante y súper
maja, me divertí y aprendí muchísimo. En conclusión: fue una experiencia inolvidable
que me encantaría volver a repetir en otros cursos y demás charlas. Por eso, me
gustaría recomendaros asistir a este tipo de saraos, sea donde sea, son una
grandísima experiencia que, muchas veces, puede marcaros, como me paso a mí.
Yo, tal y como Mercedes piensa,
le doy un 10 al curso, por el contenido, lo ameno que se hizo, todo lo que
pudimos disfrutar y el doble que pudimos aprender.
Foto grupal con nuestros "diplomitas" y las caras de felicidad. ¡Genial! |
Nos leemos pronto,
- Sah.
¡Pero bueno! ¿Es que todo el mundo se ha confabulado para que me ponga rojo? :P
ResponderEliminarMuchísimas gracias por plasmar tus pensamientos sobre el curso en tu blog. :) Yo me lo pasé de escándalo con todos y no hay mayor satisfacción que ver que los asistentes también se lo pasaron muy bien y, sobre todo, que aprendieron. Desde luego, tengo que pensarme seriamente lo del nivel 2, a ver cuándo tengo tiempo y me pongo manos a la obra. ¡Todo sea por pasar grandes ratos aprendiendo y disfrutando! :D
Un saludo,
Pablo
Nah, no nos hemos confabulado, decimos la verdad :)
EliminarPues oye, lo del nivel 2, me tiro de cabeza, ¿eh? :D
Saludos.
¡Yo también me apunto al nivel 2! :-)
ResponderEliminar