viernes, 29 de junio de 2012

Érase una vez un curso de videojuegos impartido por Pablo Muñoz



Más vale tarde que nunca, o eso dicen, ¿no?

Hoy vengo para contaros el primer sarao en el que me metí sin comerlo ni beberlo: El curso de Localización de Videojuegos que impartió Pablo Muñoz en el aula de Interpunct en Valencia. Y decir que fue una experiencia que marcó un antes y un después en mi manera de “ver y vivir” mi carrera, se queda corto.

Todavía recuerdo esos momentos que todo estudiante tiene, más pronto o más tarde, sobre si está a gusto con lo que ha decidido estudiar. Y yo no soy una excepción. Más bien tendría que decir, que no ha sido hasta este año que me he dado cuenta que me gusta, (más bien me encanta), lo que estoy estudiando. Los primeros años de carrera, al menos donde yo la estudio, son más bien una “base” sobre la que, más tarde, vamos a empezar a traducir y no ha sido hasta este año, tercero, cuando nos hemos tirado a la piscina con lo de traducir, cursando hasta cinco especialidades (Audiovisual, Literaria, Científico-técnica, Jurídico-económica e Interpretación). Está claro que todos tenemos gustos (¡y para gustos los colores, señores!), pero en mi caso, las dos que siempre me han llamado la atención son la especialidad Audiovisual y la especialidad Científico-técnica. Y fue cursarlas este año, junto a las charlas que se impartieron en la UJI en la Semana de la Traducción Audiovisual, lo que mi mentalidad diese un giro de 180 grados.

Siempre dicen que hay pequeños momentos clave en la vida que te marcan, en mi caso ha habido dos: Una charla de Xosé Castro y la charla de Pablo Muñoz. De ahí que me decidiese a  asistir al curso de Localización de Pablo.

Bueno, basta de sentimentalismos (aunque estoy segura de que habrá más) y vamos al grano

Primera "diapo" del PowerPoint.
¡No me diréis que empezando así, no promete!
Para mí las ocho horas que duró el curso se me hicieron cortas. Sí, sí, como lo estáis leyendo, cortas. Al principio pensaba “buf, ocho horas de curso, va a ser mortal, no sé cómo vamos a aguantarlas”, pero esas ocho horas pasaron volando y cuando me quise dar cuenta, ya nos estábamos despidiendo frente a la estación del Norte de Valencia. El tiempo pasó tan rápido, porque estábamos disfrutando de lo que estábamos haciendo. Fue impresionante la sensación de dar el don de la palabra a un personaje y poder ver el resultado en la pantalla, intentar romperse la cabeza para conseguir crear una rima a partir de una traducción, crear personalidades con toques humorísticos y muchísimo más.

Conocí a gente impresionante y súper maja, me divertí y aprendí muchísimo. En conclusión: fue una experiencia inolvidable que me encantaría volver a repetir en otros cursos y demás charlas. Por eso, me gustaría recomendaros asistir a este tipo de saraos, sea donde sea, son una grandísima experiencia que, muchas veces, puede marcaros, como me paso a mí.

Yo, tal y como Mercedes piensa, le doy un 10 al curso, por el contenido, lo ameno que se hizo, todo lo que pudimos disfrutar y el doble que pudimos aprender.  

Foto grupal con nuestros "diplomitas" y las caras de felicidad.
¡Genial!


Nos leemos pronto,

- Sah.

3 comentarios:

  1. ¡Pero bueno! ¿Es que todo el mundo se ha confabulado para que me ponga rojo? :P

    Muchísimas gracias por plasmar tus pensamientos sobre el curso en tu blog. :) Yo me lo pasé de escándalo con todos y no hay mayor satisfacción que ver que los asistentes también se lo pasaron muy bien y, sobre todo, que aprendieron. Desde luego, tengo que pensarme seriamente lo del nivel 2, a ver cuándo tengo tiempo y me pongo manos a la obra. ¡Todo sea por pasar grandes ratos aprendiendo y disfrutando! :D

    Un saludo,

    Pablo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nah, no nos hemos confabulado, decimos la verdad :)

      Pues oye, lo del nivel 2, me tiro de cabeza, ¿eh? :D

      Saludos.

      Eliminar
  2. ¡Yo también me apunto al nivel 2! :-)

    ResponderEliminar